El consumo de alimentos chatarra puede disminuír considerablemente la capacidad intelectual de los niños pequeños. Así lo muestra un estudio de la Universidad de Bristol, llevado a cabo durante varios años ha revelado que una dieta pobre, con un alto consumo de alimentos procesados, grasa y azúcar en niños pequeños está asociada con una disminución del coeficiente intelectual (CI).
El CI de los niños estudiados, de entre 3 y 8 años de edad cayó 1.67 puntos por cada incremento de grasas procesadas ingeridas diariamente. Y el daño no puede revertirse.
“Además, una dieta saludable puede estar asociada con niveles de coeficiente intelectual más altos. Es posible que una buena nutrición durante este periodo fomente un óptimo desarrollo del cerebro”, menciona la doctora Kate Northstone, líder de la investigación.
Existen alternativas sanas para toda la familia. Es importante inculcar en casa buenos hábitos alimenticios.
Fuente: Times of India
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